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lunes, 25 de enero de 2010

¡WOW!

(Antes de ver este les recomiendo chequen el Capitulo 1 Raros.)

Capitulo Dos.
¡Wow!

Después de que se fuera la tía Lore, me despinte las uñas, no se por que, pero desde hace un tiempo se me han estado poniendo algo amarillas, es raro, primero pensé que era un hongo o tal vez por el limón o por una enfermedad. -Hepatitis-, me dije una noche al verme mis desgraciadas manos, -No, no puede ser cierto, se supone que toda la piel se vuelve amarilla y no solo las uñas-. Es verdad que también se me empezaron a notar una sombras oscuras bajo los ojos, pero siempre que no dormía bien me salían ojeras, solo que ahora su estancia en mi rostro ha durado un par de meses. Termine de pintarme las uñas de color “vino tinto” y me subí a dormir, ya que tenia que ir a la biblioteca al otro día, y no me gusta mucho ir a medio día, hace mucho sol y mucho calor, preferiría ir en la tarde-noche, pero a esa hora esta desafortunadamente cerraba, así que a las 9 de la mañana estaría bien. Eran las 10 de la mañana y yo seguía viendo ceñuda una pila de ropa en mi cama, no sabia que ponerme, estaba enojada, frustrada e incomoda, nunca había tenido problemas para vestirme, por lo regular siempre me ponía lo que veía primero, combinara o no, pero ahora todo me molestaba, como si me apretara o como si fueran uno de esos sweaters tejidos por la tía Lore, de esos que pican y sacan ronchas, -¡Demonios!- dije en un sonoro rugido, cerré mis ojos, tome unos pantalones, los toque un poco y me pareció que eran unos jeans negros, ridículo, como si en verdad los pudiera ver con los ojos cerrados, entonces recordé el “sueño-visión” y todo lo de “abre los ojos y veras en donde estas...¡tonta!” – ¡Jajá!- solté una carcajada y me tape la boca con las manos para que no me escucharan, después recordé que estaba sola, y después me caí, porque me estaba poniendo los pantalones, tenia los ojos cerrados, y las manos ocupadas. Iba entrando a la biblioteca, ésta tiene de entrada un bonito jardín, aquí es en donde se presenta el mago que le gusta a Roby, cuando un tipo, no hay otra palabra para describirlo, simplemente un tipo, era alto, moreno, con el pelo perfectamente peinado, llevaba jeans y una playera blanca y tenis del mismo color, tenia un aire de superioridad, como si fuera dichoso el suelo que pisaba, estaba recargado un en árbol me miro de arriba a abajo, me señalo despectivamente con la mano y dijo, -Lindos... pantalones-, sonrió burlonamente y me volvió a mirar de esa forma tan desagradable, no le dije nada solo lo pase de largo y mire desconcertada las puertas del edificio. Ese tipo me hiso sentir como desnuda o algo así, pero después puse atención en el camino de entrada y me recordó al piso de una cueva, en especial por que el piso estaba húmedo, vi las flores amarillas junto a la fuente que tanto me gustaba y definitivamente me olvide del asunto cuando el aspersor que las regaba dio una vuelta y me mojo, no fue tan malo, si no contamos con la risa del tipo despreciable de atrás, entonces mire hacia abajo y descubrí que mis pantalones y mi playera apenas tenia unas gotitas y si, efectivamente llevaba mis mejores y mas lindos pantalones negros. Gire la cabeza para mandarle una furibunda mirada, pero no alcance a verlo, pues me estampe con algo y casi caigo si no es que ese algo me abraza y salva mi trasero de pegar con el suelo. Se hoyo un ruido seco al caer el libro que traía en sus manos, yo estaba viendo su pecho cuando me estabilizo y me pregunto, -¿se encuentra bien?-. Alce la mirada suplicando no tener mal aliento o algo atorado en los dientes, sonreí un poco y le conteste, -¡Wow!-, frunció el seño y parpadee atónita, ¿en serio yo había dicho eso?, no lo dije por que casi caigo en el suelo mojado, si no mas bien por el aspecto de mi salva-traseros, era guapísimo, bueno no del tipo de Rob Pattinson, ni como Orly Bloom, sino algo mas rudo, incluso daba algo de miedo, era mas alto que yo como por cabeza y media, su nariz era recta, pero con el arco algo chueco, sus labios eran delgados y de un tono rosa pálido encantador, tenia una mandíbula bien formada al igual que sus pómulos, hacia que se vieran sus mejillas un tanto curvas, y sus ojos, solo de verlos empecé a oír “I Love You Baby”, estaban un tanto hundidos, de un color negro, tenían un tono azul eléctrico, después vi que era efecto de su camisa y cuando me sonrió sus ojos se arquearon tan lindos, ¡Wow! Solo ¡Wow! -Lo siento, si, estoy bien.- Sonrisa, -¡Gracias!- Sonrisa. -No debes disculparte, soy yo el que venia distraído y no pude verte.- -Claro...- Le respondí, un tanto confusa, pues estaba segura que yo había chocado con él y no él conmigo. Aun me tenía abrazada así que puse mi mano izquierda en su pecho para poner algo de distancia entre nosotros, y ¡Wow! Si que hacia ejercicio pues por mas que intente no pude ni siquiera moverlo un centímetro, ya me sentía incomoda, no había pasado ni un minuto y ya empezaba a sentirme atraída por este extraño. ¡Rayos! Estaba abrazada a un extraño como en el sueño, eso si que era raro, pero bueno ahora todo parecía ser raro, extraño, confuso e incomodo. Oí una risita a unos pasos detrás de mi, el tipo ese otra vez, pensé, el extraño me soltó, -Lo siento debo irme.- y sin mas ni mas se fue y por unos segundos me quede ahí sin dejar de ver el suelo, después recordé al tipo ese y voltee a verlo pero no había nadie. El libro del tipo extraño y guapo estaba aun tirado, así que lo levante y entre a la biblioteca, tal vez vendría por el luego. Estaba deseando con todas mis fuerza que regresara por su libro, pues no lo había sacado de la biblioteca, lo había comprado en la tienda anexa, cuando vi al tipo molesto en la sección de historia, me hice tonta ojeando el libro para no verlo y descubrí que era algo de investigación genética, tal vez esté estudiando medicina o algo así, pues la verdad no le veía el caso en leer un libro tan complicado, pero bueno.
Salí una hora después con un libro de misterio uno de romance y uno de vampiros que me llamo la atención, éste era un tanto viejo que necesitaba restaurarse y pronto. Llegando a mi casa, lo primero que hice fue subir a mi habitación y prender la computadora, buscar en la biblioteca del reproductor Diana Ross y empezó a sonar “I Love You Baby”, después la oí con Gloria Gaynor, y luego con Frankie Valli y Four Seasons, no me di cuenta que estaba abrazando el libro de genética asta que entro Rosa, mi madre y me pregunto si quería ir a comer a la plaza, le respondí que si, aun sin saber muy bien lo que pasaba, lo puse en mi cama bajo mi almohada y baje con mamá para ir a comer.

-¿Qué es lo que le pasa?-, pregunto Roby. -No lo se, ha tenido esa cara durante todo el camino.- Dijo Rosa algo molesta -¿Crees que use drogas?-. -¡NO!- contesto mi madre alarmada. -¿O tú que crees?- -¿Puedo tomar su orden?- dijo el mesero, -¡Ho! Hola “lindos-pantalones”- Salí de mi ensueño y vi al tipo ese, al... Tipo. Mi madre estaba que echaba humo, -¿Se conocen?- pregunto mirándome a mi y después al... desagradable mesero. -Tropezamos hace un rato.- dijo guiñándome un ojo. -Si, Hola.- corte la conversación y me pare para ir al sanitario, no que tuviera que hacer pero si tenia que desaparecer un buen rato. Vendita la hora en que se les ocurrió venir a comer al “Santuario del Filete”, ¿porque?, ¿porque a mi?, solo falta que... ¡pum! Tropecé con algo duro, mejor dicho la espalda dura de alguien, ¡Wow! Y ese alguien era el extraño de la biblioteca.
Me quede muda, pues al ver que era yo me sonrió, y simplemente me quede atónita al ver ese rostro tan lindo, quería tocarlo y pellizcarlo y besarlo... -¡LUCI, LUCI!-, gritaba Roby, -Dice mamá que me digas que vas a ordenar...- También quedo atónito al ver a mi acompañante y mas aún al ver que una de sus manos estaba en mi cintura. -¿Qué pasa aquí?- -Solo estamos... Bailando- Dijo “sonrisa-linda” muy calmado, yo lo mire confusa pero divertida, ¿Bailando? ¿Cómo se le ocurre? ¿Quien baila en el pasillo que da a los baños de un restaurante? -Como sea...- puso los ojos en blanco y me pregunto -¿Quieres el Cordon Blue?- Asentí con la cabeza, y Roby dio media vuelta para regresar a la mesa. -Creo que no nos hemos presentado.- Me dijo, le sonreí y dejo caer su mano. -Me llamo Eladio.- Y la extendió hacia mí para que la estrechara. -¡Ho! Mucho gusto yo soy Luci,- estreche su mano y me acerco para darme un beso en la mejilla, esperaba que mi madre no viera eso, y a centímetros de mi cara dijo, -Un placer,- y note el doble sentido de sus palabras, si es que había alguno. -Espero verte pronto, aunque no se si aguantaría otro golpe.- de nuevo sonrió y yo sonreí también, pero seguramente de una forma más boba. -Me están esperando, hasta luego.- y se fue a su mesa. También dije un hasta luego, pero muy tarde como para que lo escuchara y me metí al baño.

1 comentario:

KVR dijo...

fantastico tu blog es muy original