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lunes, 25 de enero de 2010

RAROS

Capitulo Uno.
Raros.
Eran las once de la noche de un viernes del tercer mes del año, me encontraba sentada frente a la televisión, aburrida y frustrada, pues llevaba una vida un tanto simple y aburrida, si, aburrida, esa simple, simple palabra, me describía muy bien en todos los aspectos de mi simple y aburrida vida...
Tengo un hermano un tanto difícil, no, eso es un eufemismo, es aficionado a la violencia en la televisión y a las caídas graciosas, si te caes es seguro que Roby se burlara de ti, es como la versión mexicana de Nelson, ya saben, el niño del ¡jajá!
Hace unos minutos tuve un accidente en el ultimo tramo de las escaleras, y el como siempre, me señalo con su mugriento dedo índice y soltó una gutural risa mofándose de mi desgracia y mi torpe andar, yo le saque la lengua mientras me aproximaba al sofá en el que conchudamente estaba sentado, tome impulso con mi mano derecha y le metí tremendo zape en la horrible parte trasera de su cerebro, le quite el control remoto y se fue hacia el estudio de mi madre a llorar y aullar como toda una reinita, -¡Luci! ¡No golpes mas a tu hermano!-, oí que gritaba mi madre molesta y un tanto divertida, ella sabia muy bien como era Roby, y sabia muy bien cuan manipulador llegaba a ser, así que no tome muy en serio su advertencia y “la reinita del drama” se fue a jugar a su habitación. Rosa, mi mamá era una profesionista-ama-de-casa, siempre se ocupa de nosotros y jamás faltaba un día al trabajo, dicen que me parezco físicamente mucho a ella, y es cierto, las dos somos morenas, ni delgadas ni flacas, ojos pequeños, brazos largos y delgados, piernas bien formadas, herencia de la abuela.
En lo que no nos parecemos es en que yo soy cinco centímetros mas alta que ella y su pelo es largo hasta la cintura y de color bronce con reflejos dorados, y el mío es mucho mas corto y negro. Roby es como mi padre, según mamá, larguirucho, desgarbado, con un tronco pequeño y extremidades largas, pelo negro, nariz aguileña y cejas pobladas, a decir verdad no se que vio mamá en él, es decir, mamá no es una súper modelo, pero tampoco esta tan mal, de hecho para la edad que tiene le persiguen muchos hombres, bastante lindos debo añadir, aunque ella dice que su único amor fue y será nuestro padre. -Aburrido, aburrido, aburrido-, decía mientras cambiaba de canal, me di por vencida y apague la televisión, camine hacia el estudio de Rosa, y le di las buenas noches, subí las escaleras y di tres golpes a la primera puerta a la derecha, al otro lado de ésta se oyó -¿Qué?- y le respondí -Mamá dice que si quieres puedo revisar debajo de tu cama, digo, para que duermas tranquilo y no la mojes...-, no se escucho nada y después de un segundo se abrió la puerta, solo un poco, para que el brazo de Roby saliera y pegara un cartel que decía: “No se admiten bichos R a R o S” Raros. Me quede pensando en esa palabra mientras se cerraba la puerta y se oía un clic, di media vuelta y entre en la última habitación del pasillo. Encendí la luz, después de 2 segundos la apague y me fui a la cama.
***
No estaba del todo segura qué sucedía. -¿Qué es esto?, ¿En donde me encuentro?-, pensé. Esa era la pregunta que rondaba en mi cabeza ¿En donde me encontraba?, estaba del todo segura que no era un sueño, a pesar de que lo último que recordaba era haberme acostado. Sentía mi respiración muy agitada por el miedo, sentía ese sudor frio que te invade el cuello y la espalda, también como se erizaban los bellos de mi nuca y la rigidez de mis piernas, por que... estaba caminando. -¿Porqué?- dije, ¿mi voz?, ¡¿ESA ES MI VOZ?! No, no podía ser yo, todo parecía tan extraño, todo estaba muy oscuro, ¡SÍ! Oscuro, eso era, si abriera los ojos tal vez sabría lo que ocurría, o por lo menos vería el lugar en el que me encontraba, pero los abrí, y no ocurrió nada. Me lleve las manos a la cara y para mi gran sorpresa, el dedo índice de mi mano izquierda ardía, quemaba, así que no podía estar muerta, yo creía en el cielo y todo eso, y según yo, muerta no estaba. NO, no podía estarlo, respiraba y me sentía, ¡SÍ! Sentía mi pulso como el “tic tac” de un reloj tras mis oídos, sentía como mis pies tocaban el suelo y el roce de mis piernas entre si al caminar, entonces me di cuenta que no estaba vestida, no sentía las ropas en mi cuerpo, y no sentí frio, al llegar hasta mi una ráfaga de viento que traía consigo un olor a tierra mojada, de lodo, pasto, hojas y hierbas. Ese olor fue tan intenso que de pronto me imagine rodeada de hermosos árboles, grandes y viejos, como la tierra misma en donde se erguían, imagine el húmedo y frio suelo cubierto de pasto y rocas, quizá algunos matorrales con flores silvestres, ¿Amarillas tal vez?, no muy lejos, oía el serpentear de un riachuelo y desee con toda mi alma meter mi mano izquierda en sus aguas, a pesar de que la lluvia ya había cumplido su cometido, la sentía mojarme desde el frente y... ¡un momento! la lluvia cae desde arriba, eso cualquier tonto lo sabe, no de lado. La lluvia paró tras el surgimiento de un puntito blanco, tal vez azul. Antes de darme cuenta de la luz que él emanaba, me vi envuelta en sus fuertes brazos, me beso en la mejilla, y frotó mi espalda con su mano en un perfecto movimiento de arriba hacia abajo, colocó su cabeza junto a la mía, con su boca a centímetros de mi oído, note que su respiración se relajaba, al parecer no era la única asustada en ese lugar tan desconocido, ¿Desconocido? ¡¿Estaba abrazada con un desconocido?! Pero, ¿Lo era? Me sentía tan bien al lado de ese ser luminoso que no me importo lo demás, se me olvido la oscuridad, el miedo, el hecho de que estaba mojada, y la lluvia. De pronto regresó el miedo, él lo noto y me abrazo aun más fuerte, trate de separarme de él, fue en vano. -¡Suélteme!-, le dije, giro levemente su cabeza para que sus labios tocaran el lóbulo de mi oreja y me susurro: -¿Eso es lo que deseas? Por que yo estoy muy bien así-. No le conteste, aún mojada y confusa no podía negarlo, me encontraba muy cómoda en compañía de él. Así que pase mis manos por su cintura para juntarlas tras su espalda, y traté de mirarle, pero al mismo tiempo que alzaba la vista para verle la cara, se esfumó, tal como un fantasma del 2 de noviembre, ni rastro dejo, no supe su nombre, o de donde era, solo me dejo la esperanza de volvérmelo a topar en aquel oscuro lugar tras que una lluvia inusual moje mi cuerpo.
Caí en mi cama, ¡jajá!, no había pasado ni una milésima de segundo, cuando me encontré acostada en mi cama, mareada y con lagrimas rodando por mi cara hacia la almohada, que en ese momento me pareció tan incomoda que lloré aun mas fuerte, deseando estar aun en aquellos brazos, lloré y lloré hasta que me que de dormida... *** ¡Tan, tan, tan, tan! Desperté sobresaltada al oír las campanadas de la parroquia, me vestí y baje a desayunar, cuando entre a la cocina, Rosa, ya se encontraba frente a la estufa preparando sus excelentes platillos matutinos, me deseó buenos días mientras ponía en su antigua grabadora ochentera un casete de Madonna, Roby bajo a desayunar, casi cuando terminábamos, se quedo a mitad de las escaleras y empezó a cantar con un tono muy agudo el coro de “like a virgin”, al parecer “la reina del Drama” se había levantado de bueno humor, pues traía una boa rosa chillón alrededor del cuello y lentes con armazón amarillo, así empezó su show solo para niñas desesperadas, y casi saco el jugo de naranja por la nariz, de verdad fue muy chistoso, simplemente él era así, cosa que yo jamás podría hacer, por lo menos no sobria.
Ese mismo día fuimos a la plaza del centro, vivimos a unas cuadras de ahí, es un lindo lugar si quitas los grafitis y la basura de las calles, la plaza es una antigua construcción, tiene todo lo que pueda tener cualquier otra plaza, un kiosco, una mercado, un parque, estatuas de antiguos héroes nacionales, el edificio delegacional obviamente, un museo, librerías, una biblioteca, heladerías, pequeños cafés y restaurantes, niños y niñas, perros y gatos, aves y bichos, policías y ambulantes, gente normal y rara. Mamá le compro a mi hermano un helado de fresa y vainilla, yo preferí un frapuccino, y ella un agua de frutas, después fueron a ver a un mago de segunda que daba un pequeño espectáculo en el parque, me negué rotundamente a ir, y decidí dar un paseo por los puestos de chucherías, que se encontraban alrededor del kiosco, a mitad de mi tranquilo paseo me tomo del brazo una pequeña y rara anciana de pelo blanco platinado, traía un vestido de manta con un rebozo en la cintura y estaba descalza, en mi fuero interno deseé que no me enredara en un juego de “estás en un gran peligro” y después me sacara el poco dinero que tenia, lo cual no fue el caso, solo se me quedo viendo, después retiro su brazo como si se hubiera quemado con el (Raro, era el brazo izquierdo, en mi sueño o visión el dedo que me quemaba ere el de ése brazo) hiso una leve reverencia con su cabeza y me dio un lazo negro con cuentas, eran tres, una en forma ovalada, al parecer de madera, la de en medio era roja como la sangre, eran unos labios hechos en un delicado cristal y la otra un cubo negro, de un material duro y pesado, algo sorprendida le dije, -No gracias-, trate de dar media vuelta e irme, pero me tomo del otro brazo e insistió en darme el lazo, negué con la cabeza y la anciana me dijo, -Eres tu quien debe llevarlo, ha estado guardado mucho tiempo, y ya es hora de que salga al mundo del que fue creado.- entes de poder captar el confuso mensaje, amarro el lazo, al parecer de cuero negro, a mi muñeca izquierda, de nuevo hiso una reverencia y se fue. Me quede como una tonta viendo con el seño fruncido en la dirección en la que la anciana se había marchado, después me agarraron la mano izquierda y di un respingo, voltee y era Roby, estaba viendo la pulsera que la anciana rara me había dado. -Que rara pulsera. Ya vez, bien dice el dicho: “todo se parece a su dueño”.- -¿De que hablas?- dijo una voz detrás de nosotros, era Rosa. -De rara, digo de nada- respondió Roby. -Bueno vámonos se hace tarde para la comida y va a ir a la casa la tía Lore.- -Y hablando de raras- Roby me dijo golpeándome con su diminuta cadera, un gesto un tanto raro para un niño de 12 años, pero bueno, es Roby. –Si, raro- le susurre con una sonrisita.

4 comentarios:

Isabella Macouzet dijo...

bueno esta bien aunque yo te recomendaria que quites la publicidad, cero groserias y pues me avisas si te interesa enlazar o algo, intentare seguirte mi blog es http://utopiaescarlata.blogspot.com/ por si quieres publicidad, yo apenas empiezo pero ya tengo unos 50 seguidores asi que te puedo ayudar

te pasas y me avisas

saludos

..*D!¡ana: dijo...

hola soy diana me gusta tu historia es interesante. Me gusta leer yo tambien posee un blogger pero apenas lo cree hace poco tiempo porfavor continua con tu relato me ineresó.
Att: Diana de venzla =D

ILSELUNA dijo...

wow! gracias en serio les coorespondere la publicidad jeje!!
y gracias de new

Isabella Macouzet dijo...

Bueno, Ilse noa agradezcas que te habia perdido y al fin encontre tu blog, bueno ya sabes donde estoy para lo que necesites ¿si? gracias por seguirme, yo quiero hacer lo mismo pero no me sale bien el cuadro despues intento ¿si?

saludos